Después de semanas de especulaciones sobre un "atasco" de los guionistas, diferencias entre Sam Raimi y Sony Pictures respecto de los villanos que adquirirían protagonismo y retrasos en la producción de “Spider-Man 4”, el estudio ha dado un sonoro golpe en la mesa: ¡Recojan sus cosas y a la calle!.
El objetivo ahora es repetir exitosas renovaciones de rostros, ideas y estilos que ya han funcionado en las sagas de "Batman" o "Star Trek" y repartir desde cero. Quedan jubilados Sam Raimi, Tobey Maguire y Kirsten Dunst... Peter Parker vuelve al instituto.
"Hace una década pusimos en marcha este proyecto con Sam Raimi y Tobey Maguire, y juntos hicimos tres películas de "Spider-Man" que significaron un nuevo hito en el género", decía este lunes en un comunicado una de las responsables de Sony Pictures, Amy Pascal. "Cuando empezamos, nadie pudo imaginar que haríamos historia en la taquilla, y ahora tendremos la rara oportunidad de volver a hacerlo con esta nueva franquicia. Estamos muy excitados ante las posibilidades creativas de hacer regresar a Peter Parker a sus raíces", añadía la ejecutiva.
En el mismo comunicado aparecía una nota de Sam Raimi diciendo: "Trabajar en "Spider-Man" fue la experiencia más importante de mi vida. Mientras estuvimos intentando poner en marcha la cuarta película , el estudio y Marvel encontraron una oportunidad única de poner la franquicia en una nueva dirección, y estoy seguro que harán un grandioso trabajo"
Por supuesto, esta cordialidad hipócrita se repite también en la declaración oficial del ya despedido Peter Parker / Spider-Man, Tobey Maguire, quien sostiene que está "Tan orgulloso de lo que hemos logrado con la saga "Spider-Man.
Sin duda estas decisiones pretenden ser una alternativa con visos de éxito, ya que en este momento el comentario general de la industria es que Sony debe fichar a un equipo suficientemente atractivo, delante y detrás de la cámara, como para compensar el disgusto de millones de "fans" que echan ya de menos a las figuras que edificaron una franquicia capaz de rendir más de 1.000 millones de dólares sólo en salas de cine.
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